Publicado 19-02-2023
Los primeros vestigios de la ciudad de Petra (Jordania) nos remontan al siglo VII antes de Cristo con la civilización de los nabateos, un pueblo árabe que se asentó en esta zona por su abundancia de agua. Además, su localización escondida entre las montañas y la dificultad de su acceso convirtió la ciudad en un enclave idóneo como asentamiento. Los nabateos, famosos por sus habilidades comerciales, revolucionaron Petra con sus increíbles edificaciones. La llegada de los romanos y varios terremotos intensos hicieron que la la ciudad fuera perdiendo vida y poco a poco se quedará más vacía. Volvió a ser "descubierta" por los occidentales en 1812, es por eso por lo que se la conoce como La Ciudad Perdida.
Actualmente, sus construcciones en piedra, fuertemente inspiradas en los estilo árabe y egipcio, han hecho que esta ciudad sea la primera de las siete nuevas maravillas del Mundo Moderno, además de ser Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sin duda, un lugar tan especial como este no podía tener una historia menos trepidante. La duda que nos surge es cómo pudieron las generaciones pasadas "olvidar" una ciudad como Petra con una arquitectura sumamente bella e impresionante.
Petra significa "piedra", material del que están hechas la mayor parte de las construcciones en este ciudad. Desde el famoso Al-Khasneh hasta Las Tumbas Reales, este destino en el desierto jordano deja con la boca abierta a todo el que la visita. Túneles, canales y templos se combinan en este paisaje único de arenisca rojiza, por este motivo es por el que también es llamada La Ciudad Rosa.